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"Un amor de mis recuerdos"


Eres el romance de mis tardes frías
la influencia del beso, mi aval de la aurora
ilusión que afianza el final de los días,
instante fugaz perdido que se llora.

Real estandarte de mis lentas cosas,
la espera que muere cuando está dormida,
la brisa perenne de cuentos de rosas,
el abrazo ansiado que jamás se olvida.

Eres el detalle dulce en los recuerdos,
la fe que se pliega grata por mi carne,
amante que rompe todos mis acuerdos
el amigo fiel que siempre va a escucharme.

Eres el soldado místico sin nombre,
el rayo del sol vapores de mi espuma,
acoges suspiros en tu sed de hombre,
homero de amor, que guías hoy mi pluma.

TODOS LOS DERECHOS DE AUTOR

Fueron mis manos buscando en el vacío,
fueron tus labios buscando mis encuentros,
la sensación del deseo en desvarío...
que penetraba en mis entrañas muy adentro.

Fue el silencioso silbido de violines,
quizás también la caricia mañanera,
la esencia primaveral de tus confines
o el cadencioso vaiven de mis caderas.

Fue el calor de tu mirada que me hablaba
o el vibrar de las ansias y los antojos,
era tal vez la caricia que emanaba
la luz ardiente, del fuego de mis ojos.

Fue la tormenta invernal, la fría noche,
las inquietudes de besos enlazados,
la furia que nos saciamos con derroche
y a la vez, el sentirnos... abandonados.


Maria de los Angeles

"Aquí estoy para amarte"




Estoy aquí para amarte;
por fin… en mi templo te espero,
con el alma y mis abrazos
y el laúd, de mis resquebrajados miedos
entre suspiros ajados,
guardados dentro del pecho.

Aquí estoy para que apoyes;
tus amargos desconsuelos
en mis intrépidos... mares de olas,
prendidas de mis luceros
con la sonrisa gastada en mi boca,
y en mis labios mil anhelos.

Aquí estoy… soy la misma,
que estaba viviendo en tus sueños,
la que amabas locamente,
y abrigaba tus desconciertos,
aquella que te acariciaba
cuando, con el deseo despierto,
tristemente la llamabas
en la oquedad de tu credo.


La que llega con la Aurora
marchándose entre lamentos,
la misma que se aferraba
al instante del momento,
la que te llora en la almohada
y te espera en su convento
la que realmente... hoy y ahora;
te espera desnuda en su lecho.


Maria de los Angeles






"(Dedicado a mis hijos)


Tres luces de amor yo sembré con mi vida,
tres soles dí abrigo en mi cálido vientre,
estrellas que han sido mi mar en crecida,
mi recta con suma... mi por y mi entre.

Tres verbos amados, mis lunas de aurora
la fuerza en mi sabia, mis tiernas espigas,
la causa y efecto de mis largas horas
de fe por sus pasos soport que me obliga.

Jardín que engalana rosas de mi alma,
el beso que se pierde entre mis enojos,
frutos de la sed, arrullo que me ensalma,
brillo que feliz recubre mis abrojos.

Sentir el latir de gusto que taladre,
la ardiente ternura que quema orgullosa,
la entraña en mi ser que aparte de ser madre,
ahora es abuela besos de su prosa.

¡Tres soles brillantes!... luces de mi espacio,
tres bellos trofeos integros de calma
tres amores grandes visten de topacio,
todos los rincones plácidos del alma.


derechos de autor

"Cascada de sentimientos"


Yo sé …que estas aquí
a mi lado te siento
con tu dolor abyecto
a la brisa del verso,
colgado a mi pupila
que ahora puedes ver
eclipsando firmamentos.

Cual árbol de rudas raíces
hundido con la prisa
que retiene el aliento,
hilvanando tenue
el instante supremo
de tu boca y mi beso.

Cansado y abatido
con sed de cariño,
vertiendo tu cascada
en arrullos de niños,
besando alboradas
de grises caminos,
soñando despierto,
bebiéndote el vino.

Yo sé... que soy gota
de lluvia en tu techo
,que eres el copo
de nieve que crece,
que soy la mañana
de tu gris invierno,
que somos dos almas
que se mueven lento,
dos gorriones tristes
cantando sus trinos
entre la cordura
de los sentimientos.

Yo sé…que tu amor
es mi gran evento
y que tu perfume
de hombre y hechizo
igual con el tiempo
un día cualquiera
de modo impreciso
con luz de azahares
sutil ...sin aviso
se lo lleva el viento.

Yo sé...


Maria de los Angeles

Cubabella

"Uno de estos días"


Cerraré mis ojos... uno de estos días,
ya no habrá alborada que me pueda ver,
cantará otra boca las canciones mías,
aquellas que a solas pude componer.

Y habrá amaneceres de tardes vacías
en donde el silencio reinará sin ser,
será en otro lar, que lloren todavía...
amores sin nombres, alguna mujer.

Todo será igual o quizás diferente
como cuando el viento se vuelve al azar,
vagarán los besos, bailará la fuente,
bañarán las olas la orilla del mar.

Y yo te miraré entre blancos Lirios
envuelta en la nube del Dios del amor,
y te dejaré... mis huellas en delirios...
de rosas y vinos, tormentas en flor.


Maria de los Angeles

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